La imagen de la Virgen de Czeztochowa llegó a Tacámbaro el 20 de octubre 1957; el padre Eugenio se la pidió a los polacos, porque en Roma él tuvo unos compañeros de esa nacionalidad que le platicaban que en Polonia se pedía por los mexicanos en tiempo de los Cristeros, y la imagen serviría para que los tacambarenses pidieran, a su vez, por salvar a su país del comunismo.
Posteriormente llegarían imágenes de la Virgen María de Rumania, Lituania y Cuba, conociéndoseles como las Vírgenes Refugiadas, y las festividades para ellas era un importante motivo turístico de la población, pues llegaban visitantes de los países de origen de las imágenes.