Pocos, por no decir que ninguno, son los datos conocidos sobre los primeros pobladores de la región en este período, y cual sería su nombre original.
Es de presumirse que, en un principio, Tacámbaro debió de haber sido algún pequeño y disperso caserío habitado por nativos de cualquiera de las primeras tribus que se asentaron en este territorio, y que posteriormente fue conquistado por los purhépechas; quienes de acuerdo a sus ideas expansionistas y de dominio establecieron un centro poblacional dependiente del Señorío de Coyucan; punto de enlace entre los pueblos de tierra caliente y de la meseta tarasca. Al parecer, Tacámbaro era además un lugar de descanso y recreo de los grandes "Señores" purhépechas, gracias a la profusión de recursos naturales y sus hermosos paisajes.
Según se cuenta, el último Cacique purhépecha del Señorío de Tacámbaro fue Tacamba, quien gobernaba estas tierras al arribo de los hispanos.
Época Colonial
En esta época Tacámbaro, al igual que el resto de los centros poblacionales existentes por aquellos años, fue inicialmente una "Encomienda" otorgada al español Cristóbal de Oñate, y posteriormente se constituyó en "República de Indios".
Durante su gestión de "encomendero", Oñate se encargó de tramitar ante las autoridades eclesiásticas de Tiripetio, la designación de los primeros misioneros, quienes arribaron a Tacámbaro en el año de 1538, siendo éstos los frailes agustinos Juan de San Román y Diego de Chávez.
Dichos frailes iniciaron la evangelización de los naturales del lugar, celebrándose ese propio año el primer bautizo colectivo de indígenas y se le dio el nombre de San Jerónimo de Tacámbaro (algunos autores dicen: San Jerónimo Tacamba) a la localidad. Motivo por el cual el referido año se considera, con toda propiedad, como el año de la fundación de Tacámbaro.
Otros prominentes frailes que participaron posteriormente en la formación y mejoramiento del pueblo y conversión de los indígenas, enseñándoles además artes y oficios, fueron Fr. Francisco Villafuerte, el insigne Fr. Alonso de la Veracruz y el llamado apóstol de la tierra caliente, Fr. Juan Bautista de Moya.
De Fr. Alonso de la Veracruz cabe destacar que durante su administración eclesiástica, estableció en Tacámbaro su famoso "Colegio de Estudios Mayores", fundado por él mismo con anterioridad en Tiripetio.
En este período, Tacámbaro se convirtió en un importante centro agrícola y comercial, que abastecía con sus productos gran parte de la Tierra Caliente; el poblado iba consolidándose como tal y sus habitantes avanzaban cultural y socialmente.
Época Independiente
El pueblo de Tacámbaro no fue excepción en la lucha libertaria de México, y si bien no se realizaron acciones de armas relevantes en su territorio, sí contribuyó en su sostenimiento con recursos tanto humanos como económicos.
Entre las acciones libradas en la región, sobresale la batalla que sostuvieron los insurgentes contra los realistas en Puruarán el día 5 de enero de 1814 y en la cual fue hecho prisionero el caudillo Mariano Matamoros.
Así mismo, cabe destacar de este conflicto que Tacámbaro fue punto de acción del General insurgente Manuel Muñiz, oriundo de Turicato, quien inclusive fundía sus propios cañones en esta población.
Al término de la contienda Tacámbaro se encontraba en ruinas. Sus habitantes lo reconstruyeron en 1822, volviendo a adquirir tal relevancia como centro poblacional y comercial en la región, que su cabecera fue elevada a la categoría de Villa en el año de 1828.
Aún no cicatrizaban del todo las heridas ocasionadas por el recién culminado conflicto libertario, cuando Tacámbaro vuelve a ser parte de un nuevo escenario violento: la lucha entre centralistas y federalistas.
En esta etapa, el general Juan José Codallos Núñez, férreo defensor del federalismo, se pronuncia en marzo de 1830 contra el centralismo proclamando el "Plan Codallos" y hace de Tacámbaro su centro de operaciones, desde donde combatió tenazmente a los centralistas hasta caer prisionero, en Turicato, el 11 de junio de 1831; trasladado a Pátzcuaro, es fusilado en esa población el 11 de julio de ese mismo año.
Los hechos meritorios de Codallos por la causa federalista quedaron perpetuados por siempre, cuando el gobierno del Estado, el 21 de septiembre de 1859 decretó que la Villa de Tacámbaro fuera elevada en su rango y representación a la categoría de ciudad, denominándola: Ciudad de Codallos.
El decreto fue elogiado y aceptado por el pueblo, solicitándole al Ejecutivo que su denominación fuera Tacámbaro de Codallos, nombre que ha perdurado hasta la fecha.
En diciembre de 1831, por Ley Territorial de ese año, se constituye el municipio de Tacámbaro.
Hacia el año de 1834, varios vecinos de Tacámbaro resuelven pronunciarse contra el gobierno centralista del Gral. Antonio López de Santa Ana, siendo estos: Juan Calderón, Juan Flores, Antonio Muñiz, José Orta y Manuel Vélez; sin embargo, su empresa no prospera en gran parte y poco a poco fueron reducidos por las tropas del dictador Santa Ana.
Pero, sin duda alguna, uno de los acontecimientos más gloriosos en la historia de Tacámbaro se dio en el año de 1865, durante la Intervención Francesa para apoyar el imperio de Maximiliano.
En este tiempo (abril 7 de 1865), Tacámbaro es ocupado por un batallón de soldados belgas, correspondiendo a las tropas comandadas por el Gral. Nicolás de Régules liberarlo días más tarde (11 de abril), después de una cruenta batalla donde las tropas republicanas infirieron una de las más humillantes derrotas a los combatientes europeos, no obstante que los soldados belgas habían tomado prisionera a toda la familia del general Régules, colocándola al frente de sus líneas, sobre la trinchera, en el momento en que la derrota ya les era más que inminente.
La ciudad de Oudenaarde, en Bélgica, guarda memoria de los soldado belgas que perdieron la vida en esta batalla con el Monumento de Guerra, construido en la "Plaza Tacámbaro" (ver comentarios y fotos).
Lamentablemente esta victoria se vió opacada el 16 de julio de ese mismo año, cuando el ejército imperialista derrotó al republicano en el Cerro Hueco.
La Revolución
Derrotado el imperio de Maximiliano, se inicía en todo el páis una era de reconstrucción, y Tacámbaro no es la excepción; sus vastos recursos y el empeño y laboriosidad de su gente lograron que Tacámbaro fuera una de las regiones que más pronto lograron recuperarse de los daños sufridos.
Sin embargo, esos años de relativa tranquilidad pronto se verían perturbados, cuando las clases oprimidas por el "Porfiriato", se lanzaron a la lucha armada buscando derrocar al tirano.
Y al igual que en luchas anteriores, Tacámbaro se ve inmerso en el conflicto revolucionario; aunque no en forma tan enconda y sangrienta como lo fue en las etapas anteriores, sí lo hizo con una activa participación por parte de sus moradores, prestando importantes servicios a la causa revolucionaria.
De esta pugna, sobresalen el combate que libraron las huestes revolucionarias contra las tropas huertistas el 16 de abril de 1913, siendo derrotadas éstas últimas, y el hecho de que Tacámbaro fue Cuartel General del jefe revolucionario, General de División Gertrudis G. Sánchez quien, entre otras de sus actividades, designó al Gobernador Provisional Constitucionalista del Estado, estableciendo su asiento en la propia ciudad de Tacámbaro.
Hacia la actualidad
Con la Revolución culminaron prácticamente las luchas armadas en México y la intervención de esta importante localidad en ellas. La población reinicía nuevamente su labor reconstructiva definitiva, para hacer de Tacámbaro un importante centro comercial y agricola.
Entre los aspectos relevantes que forjaron el Tacámbaro de hoy, a partir de la Revolución, cabe mencionar los siguientes:
En resumen, se puede afirmar que Tacámbaro ha sido:
Sin duda quedan grandes huecos en esta reseña, no sabría explicar el porqué, o bien se deba a que en esos periódos no se suscitó ningún hecho relevante; el caso es que quienes han escrito sobre la historia de Tacámbaro mencionan muy poco o nada al respecto.